Ejercicio
Para alcanzar esta unión con Cristo
en María, es necesario:
1.- Como toda obra a realizar, ponerla
en manos de Dios a través de las manos de la Santísima Virgen María, a fin de que Ella, como buena madre la lleve a buen término
y nos obtenga lo que Dios dispone para nosotros con este ejercicio.
2.- Comprometerse a recibir los
sacramentos de la Eucaristía y de la Confesión de manera regular, de ser posible, la comunión diariamente y la confesión cada
semana.
3.-En caso de que la persona tenga
algún impedimento para confesarse y comulgar, podrá hacer el ejercicio para alcanzar la conversión y para que la Virgen María
disponga las gracias necesarias a fin de que las se alleguen los auxilios necesarios para la conversión continua.
4.- Dispuesto el corazón de esta
manera, es necesario que la persona elija el momento adecuado al día o a la semana, para realizar el santo, y apacigue sus
sentidos, su vista, su oído, su imaginación, sus deseos, sus preocupaciones
5.- Enseguida ha de introducirse
con todo su ser, su voluntad y su entendimiento en el corazón de la Santísima Virgen María y ha de pedir sentir, pensar y
entender como lo haría Ella.
6.- Hecho lo anterior, la persona
iniciará cada una de las estaciones pensando y sintiendo como lo haría la Santísima Virgen María.
7.- El ejercitante se detendrá en
las meditaciones que le vengan a su corazón el tiempo que el Espíritu Santo lo retenga en ello, aunque no pase de la primera
estación.
Para adquirir conocimiento acerca
de la vida y los sentimientos de la Santísima Virgen María recomendamos leer:
1.- La Virgen María. Antonio Royo
Marín. BAC.
2.- De Cara al Templo. Luis Martín
González Guadarrama.
3.- El Secreto de María. San Luis
de Montfort.
4.- Tratado
de la Verdadera Devoción. San Luis de Montfort.
Si el ejercitante ha realizado
el ejercicio de manera resuelta, sencilla, humilde y perseverante. En poco tiempo observará el avance espiritual en el amor
a Cristo, a María y a su prójimo.